El Jade es una piedra venerada desde la antigüedad por su vibración calmante y su energía protectora. Considerada símbolo de buena fortuna, armonía y equilibrio emocional, el Jade conecta con la sabiduría interior y el fluir sereno de la vida. Descúbrelo en Mukhas.
El Jade es una de las gemas más antiguas y respetadas del mundo espiritual. Reconocido en Oriente como amuleto de buena fortuna, el Jade es símbolo de serenidad profunda, sanación emocional y equilibrio energético. Su vibración suave, pero constante, actúa como un bálsamo para el alma, invitando al sosiego, la introspección y la prosperidad fluida.
Utilizado durante milenios en culturas como la china, la maorí o la mesoamericana, el Jade es símbolo de inmortalidad, pureza del alma y conexión con lo esencial. Se creía que protegía a quien lo portaba, aportando sabiduría y larga vida. Se extrae principalmente en China, Birmania, Guatemala y Rusia, en tonalidades que van del verde intenso al blanco lechoso.
Sostén el Jade sobre tu pecho y repite en voz baja: “Estoy en paz, merezco bienestar y fortuna en armonía”. Ideal para rituales de inicio de ciclo, cierre de etapas o sanación emocional. Puedes limpiarlo bajo agua corriente y cargarlo con la energía de la Luna o mediante incienso.
En Mukhas, el Jade representa un puente entre tradición y sabiduría interior. Lo elijo por su suavidad contenida, por su elegancia serena y por su energía protectora que no impone, sino que acompaña. Que esta piedra te recuerde que la paz, la prosperidad y el amor verdadero comienzan en tu interior.
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